23 de Mayo 2003

Sobremesa y Casualidad.

        Paso por casa de mi madre y está vacía, y como luce el sol y me siento tranquilo y tengo tiempo decido cocinar algo. Descorcho una botella de tinto y me sirvo un vaso y empiezo a picar verduras y a calentar aceite y voy bebiendo despacio el vino. Disfruto del sabor ligeramente amargo en el paladar y del olor de la verdura friéndose a fuego lento. Entonces llega mi Señora Madre y comenta que por las escaleras le llegaba un olor increíble, y le digo que ponga dos platos en la mesa, y nos comemos lo que acabo de cocinar y nos acabamos la botella de vino. Ella dice que estaba todo cojonudo y que es un placer llegar y encontrarse la comida hecha, y le respondo que soy un cocinero excelente, levantando una ceja y mirándome las uñas con falsa atención.
        Pongo una cafetera y lío un cigarro mientras ella me cuenta que esta noche ha soñado que estaba invitada a una boda y que yo aparecía en el sueño, de crío. Descubría que llegaba tarde a la ceremonia y que no tenía ropa para arreglarse, y además yo me perdía, así que al final no podía asistir a la celebración. Entonces recuerdo que algún día de esta semana he soñado también que esperaba en la puerta de una iglesia donde iba a casarse la misma persona que en el sueño de mi madre (alguien que por cierto lleva ya seis o siete años de feliz matrimonio). Yo llevaba un traje viejo manchado de sangre seca y unos zapatos embarrados, así que decidía no entrar en la iglesia. Nos sorprendemos de la casualidad y nos reímos. El café ya está hecho y ha sido definitivamente un buen mediodía.

Posted by P. at 23 de Mayo 2003 a las 05:49 PM
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