Mi pequeño corte en el labio no falta a su cita ningún año. Aparece con los primeros fríos y se marcha al entrar la primavera. Esta vez llega con algo de retraso, pero ahí está, manchándome ligeramente de sangre la comisura del labio al bostezar por las mañanas. Alguien me dijo que esa pequeña herida era una metáfora de situación. Si alguien sabe que demonios representa, que me lo diga. Yo no tengo ni puñetera idea.
Ese molesto pero encantador corte tiene alquilado su espacio en la comisura izquierda. Es extraño que mi lado izquierdo concentre todos los desperfectos (cicatrices, pendientes, lunares, un diente de porcelana e incuso un tornillo en la rótula , recuerdo de mis días como actor teatral) mientras que el derecho se mantiene más o menos intacto. Debe ser también una metáfora de situación, pero tampoco sé que quiere decir.
Damas, caballeros, no duden en dejar su interpretación de semejantes curiosidades fisionómicas. Premio asegurado a la más estúpida,