Despablinización.

        Señores del Jurado:
        Seré breve. No soy P. Soy su correveidile, y vengo en calidad de informador, ángel pelotillero o atractivo chico de los recados a dar fe de que, por una serie de problemas técnicos, a P. le será imposible postear durante unos días en éste su bloguete intelectualillo y reflexivamente inconsciente. Ha tenido dicho caballero, por suerte para todos Uds., y sobre todo para todas, el buen gusto y la decencia de elegirme para tan loable función (y de darme su contraseña, que pienso ahora usar con fines ilícitos, como dejar comentarios en foros privados de "belleza y taxidermia" o "los 100 travestis más insinuantes").
        Realmente sé la tristeza sin par que les invade ante noticias de tal envergadura. Yo mismo cuando me lo contaron sentí el frío de una hoja de acero en las entrañas, cual cursiláceo y melenudo decimonono. No obstante, me hallo completamente dispuesto, de manera complaciente y sin ninguna intención deshonesta, a atender a las múltiples damas y fans catalogables como "físicamente atractivas" de P. (abstenerse las que lleven más de un harapo sobre sus carnes ;no vale un vestido ni prenda invernal alguna, quitando los calcetines térmicos).
        Espero sus respuestas. También pueden encontrarme en todo momento en el 906 54 34 23. Sé que no igualo en dotes intelectuales a P., y sin embargo tengo otras muchas cualidades que estoy seguro muchas de Uds. sabrían valorar en su justa medida. No quiero ser dado a picardías, pero tengo más de una cosa en común con Gurruchaga, concretamente dos.
        Poniéndome a los pies de todos y cada uno de Uds, e improvisando un baile al que le pillé el tranquillo en el séptimo visionado consecutivo de Siete novias para siete hermanos (uno por pareja), despídese

                Nicodemo Tordesillas y Peláez, Marquesito del Caserío.