Guerra de Pizarra de Netmeeting.

                “When I am king, you will be first against the wall…”
                        - Paranoid Android, Radiohead.

        Dividimos el mundo con una raya para que cada uno se quede a su parte, pero con una hábil maniobra yo dejo de mi lado Londres y Paris y después, cuando no mira, borro la raya con el pie y la dibujo unos centímetros más allá, reduciendo su parte hasta quitarle Montana e incluso un trozo de su pelo. A ella solo le quedan un hielo en la mano y unos kilómetros al sur de Jerez.
        Entonces manda un espía para difundir panfletos en mi territorio y provocar una sublevación, así que en venganza dejo caer una bomba de hidrogeno sobre su pequeño país, pero ella dibuja una colchoneta y el proyectil rebota y se dirige hacia mi, y un hongo nuclear aparece en mi trozo de mapa.
        Cuando cree haber ganado, salgo de un refugio nuclear hecho con cuatro trazos y limpio la pantalla. Dibujo un nuevo territorio donde me retrato con corona y fumando. Ella decide que no le gusta mi nación y se larga en platillo volante, y grita "hey, mirad chicos, ahí se queda P. solo", pero yo me dibujo una sonrisa para demostrarle que me importa un carajo y ella responde con un monigote lloroso que no se me parece y afirma que el que sonrie es falso. En venganza, le meto a Emilio Aragón en el platillo y ella se tira de él cargada de dinamita y estalla en el aire cuando ve que empiezo a dibujar una cama elástica debajo.
        Así que en la pantalla sólo quedo yo con mi país y mi corona y mi cigarro y un charco de sangre, y ella afirma que, como está en el cielo, puede verlo todo, así que yo dibujo las puertas del cielo y a San Pedro dándole una patada en el culo para expulsarla, tirándola al mar, y después no tengo muy claro como continua la historia, porque aparecen deseables traseros de reponedor de supermercado y enfermeras lesbianas y un mundo sin luchadoras gays de la WWF y “toma mancha, urbano de hez”. Lo único claro es que gano.