Baño Nocturno y Porno.

        Leo y el Jebi se desparraman en los sofás ante una película de Rocco Siffredi, así que yo salgo al jardín y voy dejando un rastro de ropa tirada en el césped y me baño en pelota picada en la minúscula piscina. Me despeja y me sienta de puta madre porque es el primer baño del verano y tengo todo el agua para mi, y me quedo más de un cuarto de hora con la nuca apoyada en el borde y el cuerpo flotando disfrutando de la ligera ebriedad. Después salgo de la piscina y hace frío, y demonios lo que cuesta vestirse con el cuerpo mojado. Me peleo con la ropa y estoy a punto de caer al suelo atado por mis propios pantalones.
        Cuando vuelvo a entrar, Leo se va a dormir y el Jebi y yo vegetamos cansinamente diciendo cosas absurdas sobre los diálogos de la película. Los comentarios se van espaciando y al final él también se retira. Intento mantenerme despierto la media hora que falta hasta que pase mi autobús, pero uno de mis lentos parpadeos se prolonga más de lo debido y cuando me doy cuenta tengo que salir corriendo.
        Cojo el bus por los pelos y para cuando llego a casa se me ha pasado el principio de borrachera, y tras un café y una aspirina puedo dedicarme a acabar una memoria que me han encargado con la cabeza martilleándome horriblemente. A eso de las cinco por fin pillo la puñetera cama después de dos días con una hora y media escasa de sueño encima.