We sail tonight for Singapore,
we're all as mad as hatters here
I've fallen for a tawny Moor,
took off to the land of Nod
Drank with all the Chinamen,
walked the sewers of Paris
I danced along a colored wind,
dangled from a rope of sand
You must say goodbye to me.
- Singapore, Tom Waits.
B. sufre un corte de digestión jugando al paddel (puto pijo), así que me quedo sin escapada de fin de semana a Barna. Poco importa: en ocho horas me largo de no merecido viaje vacacional. La verdad es que estaba harto de veranos tambaleándome ebrio por chiringuitos playeros, así que este año para variar toca retirada espiritual y ascética, natural y hippiosa, a una casa rural en Asturias (esta, en concreto) en medio de ninguna parte. Vamos los sospechosos habituales, así que en la aldea creerán que ha llegado de vacaciones la Asociación de Jugadores Gays de Bolos. Con suerte saldran a perseguirnos con antorchas.
He tomado las medidas pertinentes, como depilarme las ingles, hacer testamento, comprar tabaco y repelente para osos, vacunarme contra la malaria e incluso un curso intensivo de escanciado de sidra (recomendado por el Ciga, maestro sidrero de Ciencias de la Información).
Estaré de vuelta en una semana si no me comen los osos, me estrangulan mis compañeros de viaje o decido quedarme haciendo vida de ermitaño en los Picos de Europa.