12 de Febrero 2004

Jornada de Trabajo.

        Vuelvo a estar en sesión intensiva de trabajo. Tengo de nuevo al Jebi ocupando mi cama (sufriendo en sus carnes los afilados mulles) y a mi me toca dormir en otra en la que no me entran las piernas. Se me hace raro acoger a alguien en mi buhardilla porque hasta dos o tres días después soy capaz de oler en el aire la intrusión, la presencia ajena, y no vuelvo a sentirme cómodo hasta que desaparece ese rastro.
        Hemos pasado el día peleándonos contra el Quark, el Photoshop y el Freehand y nos han pateado el culo cruelmente. Un montón de horas infructuosas regadas generosamente con botellines de Mahou, tabaco, chistes absurdos y música chirriante de fondo. Nos queda mucho curro y muy intenso, pero la maldita revista estará en imprenta el uno de marzo. La semana que viene me toca subir de nuevo a Oviedo para ultimar detalles.
        En un descanso me he dejado arrastrar hasta un bar y he soportado hora y media de partido de fútbol televisado recitando mentalmente la lista de los Reyes Godos (inventándola en realidad). Alguien me ha explicado en que consiste un fuera de juego y yo he asentido poniendo cara de interés y pensando “recaredorecesvintochindasvintoleovigildo…”.
        Después de un par de horas comentando teletiendas de madrugada he pensado que caería redondo en la cama, pero son las cinco y no atrapo el sueño. Tengo el pelo demasiado largo y las uñas demasiado sucias y estoy sin afeitar. Todavía no huelo mal pero poco falta.
        Dejo, para compensar la falta de posteos de estos días, un texto bastante idiota con fecha de ayer y que tenía por ahí guardado.

Posted by P. at 12 de Febrero 2004 a las 08:20 AM
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