P, Benefactor de los Estanqueros.

                “Time is nothing when you've nothing to do
                and you can't hide something when it's living in you”
                  - Inside, Gravity Kills

        Pasar la madrugada delante de esta pantalla encadenando un cigarro con otro y viendo como entran y salen contactos bloqueados no es la mejor forma de llenar una noche en blanco. Es como esperar a alguien que no llega delante de una boca de metro observando como escupe y traga al resto de la humanidad. Tiene que haber otra cosa que hacer para matar el tiempo mientras el maldito sueño se emperifolla antes de venir a buscarme.

        Además, me voy a arruinar con el tabaco. El gremio de los estanqueros levantará en mi honor una estatua encargada a Botero, donde apareceré líando un cigarro con el gesto digno y sobrio de quien contiene una tosecilla tísica por miedo a echar los pulmones por la boca. Creo que ya estoy viejo para entrar en el Guiness de los Records como el tipo más joven con enfisema pulmonar. Otra oportunidad de alcanzar la fama desaprovechada.
        Una de mis ocupaciones favoritas tampoco me reporta últimamente la más mínima satisfacción (no, no me refiero al onanismo) . Entregar el “Trofeo Diario al Nick Más Estúpido en Mis Contactos” ya no tiene tanta gracia. Ser presentador, jurado y público en el concurso agota a cualquiera. Nunca he hecho trampas, y eso que muchas veces he querido darme el premio a mi mismo, pero reconozco que no habría sido imparcial. Esta noche ha ganado “Hay vida inteligente mas alla de Karmele Merchante”, perteneciente a un abogado malagueño fan de chesterton que bebe Bombay Blue y juega al golf.
        Creo, damas y caballeros, que seguiré fumando hasta que se me quemen los labios y en el momento en que ya no sienta mi precioso y deseable trasero por culpa de esta puñetera silla, me largaré a la cama a buscar figuras en el gotelé de la pared de enfrente.
        Quizá un día de estos empiece a mirar con otros ojos los somníferos.