31 de Enero 2003

Cómo Ocupar el Tiempo.

                "Sitting in the morning sun
                I'll be sitting when the evening comes
                Watching the ships roll in
                Then I watch 'em roll away again,
                I'm sitting on the dock of the bay
                Watching the tide roll away
                I'm just sitting on the dock of the bay
                Wasting time
"
                    - Sittin' on the Dock of the Bay, Otis Redding


        Me sobra el tiempo. Me chorrea por lo poros y baja deslizándose por mi cuerpo, dejando un rastro de babas de caracol, desgastándome. No importa tanto: vive deprisa, muere joven y deja un bonito cadaver (vivo más bien poco, soy demasiado viejo para morir joven y pienso dejar el cadaver hecho un asco. No creo ni que me acepten como donante de órganos. Si alguien quiere el bazo, que está en un estado medianamente aceptable, me lo puede pedir y se lo reservo).

        Mataría el tiempo si no estuviera ya criando malvas, lo perdería si no tuviese miedo de volver a encontrarlo en la Oficina de Objetos Perdidos cuando decida ingresar voluntariamente en tan digna institución. Las cosas siempre están en el ultimo sitio en que se buscan. ¿Y mientras tanto? Ni me anego lo suficiente en risas, ni tengo que disimular el llanto, y voy viviendo mientras no me muera.
        Lo que si hago es intentar ocupar mi tiempo. Me masturbo. Busco respuestas en el gotelé de las paredes. Procuro pensar lo menos posible. Ojeo siempre las mismas páginas de los mismos libros, tarareo las mismas canciones. Y fumo.
        ¿Cuánto pesa el humo, Harvey Keitel? ¿Cuánto pesa el tiempo? Siempre nos queda su ceniza, formando recuerdos y estrías y pelos en la bañera y en la almohada, y que solo sirve para construir pequeños arrepentimientos. Nunca son lo suficientemente grandes como para querer volver atrás, para corregir los renglones torcidos de uno mismo. (Dios no escribe torcido, usa plantilla y tiene una caligrafía correcta, con ciertos toques femeninos, como los puntos de las ies en forma de corazón y curvas voluptuosas en el resto de las letras.)
        Mi vida se reduce a buscar formas de ocupar mi tiempo. Los demás no me dejan instalarme en el suyo, y no se si me gustaría en caso de poder hacerlo. Lo que está claro es que debería sacarle partido a todos esos segundos y minutos y horas y días y meses y años que me sobran. Así que he decidido venderlo.
        Damas y caballeros, la próxima vez que me vean estaré montado en el dólar, trajeado y engominado, fumando un enorme habano en mi sillón de cuero tras mi mesa de nogal, exportando mi tiempo a las cuatro esquinas del mundo. Vayan haciendo sus pedidos antes de que suba el precio.

Posted by P. at 31 de Enero 2003 a las 05:54 PM
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