Porcentaje de Algo.

        Hoy no tenía las más mínimas ganas de escribir aquí, así que he pasado todo el día encerrado entre estas cuatro paredes buscando una excusa para no tener que hacerlo, esperando que cayese el cielo sobre nuestras cabezas, o que me diera un infarto, o que algún mafioso parecido a Joe Pesci me cortase los dedos de las manos para no poder teclear. He comido un yogurt caducado intentando ponerme enfermo y mi codo ha vertido un vaso de agua sobre el ordenador pero no ha conseguido estropearlo.
        Cuando por fin estaba resignado a dejar este domingo en blanco, ha aparecido usted doblando la esquina y me ha dado la excusa perfecta para no tener que escribir nada mas que ésto: ahora me voy a la cama con una estúpida sensación de frío y de fracaso, de tiempo perdido, de “bahs” y de ascos y labios torcidos a lo Sid Vicious.
        Lea entre líneas si le viene en gana.