2 de Junio 2003

Quince Horas.

        Creo que llevo unas quince horas delante del monitor. Por una vez, y sin que sirva de precedente, haciendo algo de provecho para mi desarrollo como persona (y no me refiero a descargar pornografía o jugar solitarios). Acabo de descubrir que estas sesiones maratonianas dejan más hecho polvo que tres horas en el gimnasio.
        Tengo agujetas en el trasero como si me hubiese pasado la noche follando y voy a necesitar disolvente para despegarme de la silla, mi desodorante hace horas que salió a comprar tabaco y las diez de esta mañana, cuando me levanté, quedan a siglos de distancia. Empiezo a coger color pitufo por la radiación, el cenicero contiene una pirámide imposible de colillas y ya no sé si escribo sobre el capitalismo informacionalista o el liderazgo carismático de Charles Manson. Mis doloridos ojos se esconden tras el código de barras de los pestañas y me resisto a ir a mear porque la última vez el pasillo se balanceaba como si estuviese en alta mar.
        Ahora, terminado el trabajo, creo que saldré a fumarme un cigarro a la calle. Debe hacer una noche cojonuda. Después me ahorcaré con el cable del ratón o quizá me vaya a dormir el sueño de los justos.

Posted by P. at 2 de Junio 2003 a las 03:05 AM
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