24 de Julio 2003

On the Road: Invadiendo Vidas.

        Cuando me alojo en una casa ajena no puedo evitar sentirme fantasma o caco. Camino de habitación en habitación de puntillas, sigilosamente, procuro no rozar ninguna pared o esquina, no dejo mis huellas en objetos ni estanterías llenas de polvo y siempre me aseguro de fregar mis pasos.
        Dejo mis cosas dentro de la maleta aunque me ofrezcan un armario, y lo poco que queda fuera de ella (móvil, tabaco, cartera, un libro) está apilado en alguna esquina silbando para pasar inadvertido. Vacío los ceniceros constantemente para que no puedan utilizar las colillas como prueba, me aseguro de no dejar pelos en la ducha y siempre llevo mi propia toalla y mi propio dentífrico. Antes de servirme un vaso de agua compruebo que nadie me vigila y lo hago rápidamente para que no me cojan en falta y si miro la televisión es reojo, disimuladamente.
        La idea de irme dejando tras de mi un libro fuera de su sitio o unos calcetines abandonados (ellos nunca lo harían) me aterra: no puedo permitirme invadir la vida de alguien y salir de ella dejando constancia de mi paso.

Posted by P. at 24 de Julio 2003 a las 09:46 PM
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