Oferta de Trabajo.

        En el teléfono preguntan por mí. Me dicen que han conseguido mi currículum a través de nosequién y que creen que me adapto al perfil que necesitan. Le pregunto al tipo que de dónde llama y para qué trabajo es. Responde que es para una pequeña revista nacional, cuarenta mil ejemplares. Le digo que qué tendría que hacer yo y me contesta que me lo concretará el director, un tal Mauricio Nosequemás, en la entrevista. Así que acepto y anoto un día y una hora. Lo primero que pienso es que toda la ropa que tengo está tan vieja que no hay forma de conseguir un aspecto presentable y que quizá debería quitarme los pendientes.
        A continuación acudo al Google y busco el nombre del director. Y ésto es lo que encuentro:
        "El último triste recuerdo del periodista Mauricio Nosequemás está en un libro que describe la pesadilla de estar en el lugar y el momento equivocados con una maleta ajena llena de droga. Hace cinco años Nosequemás pasó por una cárcel de México y, como en las películas, fue acusado de un crimen que no cometió. Hoy vive en España, es director de la revista Nosecuantos y publica un libro que intenta acabar con sus fantasmas. Tarea difícil pero sin duda admirable."
        Acusado de un crimen que no cometió. Oh, bien, parece que voy a trabajar para el Equipo A. Y ahora entiendo por qué tanta reserva: supongo que mi trabajo consistirá en llevar misteriosos paquetes por cuyo contenido no debo preguntar a pequeños pisos oscuros en barrios marginales de Madrid.
        La oportunidad que esperaba. Mi huequecito en el mundo del hampa.