Sleep tight, dream right, we have two hundred couches
where you can sleep tight, dream right,
we have two hundred couches
where you can sleep tonight.
- PDA, Interpol.
Caigo en la cama y duermo. Duermo por encima del despertador cinco horas más tarde, duermo sobre la entrevista de trabajo para el departamento de marketing de Springfield, duermo mientras suenan media docena de llamadas de números que no conozco. Duermo a pesar de un mensaje (repite el anuncio de Bigger con el logo sin fondo y modelo masculino y mándalo al correo ya mismo para que nos den confirmación), duermo faltando a la promesa de recoger esta mañana el coche en el taller y de dejar mecanografiado un proyecto de dirección. Duermo mientras sueño algo horrible y asfixiante, duermo sin pincharme con una rueca y sin orfidal, duermo y no es el sueño de los justos.
Duermo y duermo y sigo durmiendo sobre los afilados muelles de mi cama, a pesar de la lluvia repiqueteando furiosa en la ventana, ignorando un ojo que se abre para ver que es la una del mediodía.
Me despierto, por fin, tras doce horas de sueño.