8 de Noviembre 2005

Soñado por Otros

        Me dice que ha soñado lo mismo tres noches seguidas: que está en un bar, que va a los baños, que me descubre allí liándome con otra.
        Unos días antes es mi madre la que sueña: un grupo de gente rodea algo que está en el suelo. Alguien le impide que se acerque y le explica que me he suicidado (y yo levanto una ceja sin quitar la vista del café y respondo "vaya, madre, muchas gracias por matarme en tus sueños".)
        Hace un par de semanas me soñaban completamente puesto de alguna sustancia ilegal, acelerado y fuera de control recorriendo las calles de Madrid.
         Y es siempre así. Cuando aparezco de estrella invitada en los sueños de otros actúo de manera extraña, salvaje, como figura amenazadora o elemento perturbador. Golpeo o me golpean o grito o meto en problemas. Inestable y extraño, a veces soy incluso una especie de omnioso y terrible Domingo chestertoniano que maneja oscuras tramas jugando con el soñador. Mis miles de gemelos malvados oníricos siembran el terror en las noches ajenas provocando despertares repentinos, sudores fríos y retorcimiento de sábanas.
        Todo esto me hace preguntarme qué clase de imagen doy en la vigilia, qué concepto tiene de mi la gente que me rodea para que sus subconscientes me elijan siempre como símbolo de problemas y malestares.
        (mientras, en mis propios sueños, muchas veces soy otro)
        Por eso me despierto cada mañana más cansado, con el cuerpo dolorido: porque soy un Freddy Krueger sin camisa a rayas, condenado a vagar por las noches de otros, jugando ese papel de malo de película que en el fondo no sé interpretar.

Posted by P. at 8 de Noviembre 2005 a las 02:10 PM
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